Los aborígenes australianos

Australia es un país-continente de 4.000 km y si bien se la consideró desde su descubrimiento como una tierra inhóspita e inhabitada lo cierto es que ya contaba con una amplia población aborigen que, como siempre, tuvo que sufrir el contacto con los europeos cuando a partir de 1770 los ingleses comenzaron a interesarse por estas lejanas tierras. Entonces, los ingleses resolvieron que podían ser una buena solución para sus problemas de superpoblación carcelaria y hacia allá enviaron las primeras naves con convictos, dando lugar a «colonias penales» y «colonias libres».

Pero lo cierto es que tanto unas como otras afectaron considerablemente a la población local a la que los británicos, como era costumbre en el pensamiento etnocéntrico de la época, apenas consideraban hombres y mujeres, desconociendo por ejemplo que los pueblos aborígenes australianos poseen la mayor historia continua cultural del mundo, teniendo sus orígenes en la última glaciación. Si bien en un principio Australia era vista como el infierno sobre la tierra por cualquier europeo, cuando se descubre oro en 1850 las cosas cambian y una creciente inmigración le va dando otro perfil a la población. ¿Y qué pasa con los aborígenes?

Bien, que a medida que se van descubriendo nuevas vetas de oro se les va desplazando y expulsando de sus tierras. Y lo mismo pasa debido al crecimiento de la agricultura. Inglaterra requería mucha materia prima para su exitosa revolución Industrial y los aborígenes no iban a complicar las cosas. Estas personas basaban su economía en la recolección, la caza y la pesca, sin ninguna práctica agrícola o ganadera y sin arquitecturas religiosas o civiles. Aunque sí tenían una gran representación artística (arte rupestre) y una pintura sobre el cuerpo realmente impresionante.

Los aborígenes australianos no conforman un solo pueblo, ya que hay entre 17 y 18 regiones culturales con dialectos distintos, contando a Tasmania. Hoy se piensa que tuvieron ciertos contactos con los chinos y los malayos e incluso con los árabes, pero quienes dejaron sus huellas permanentes fueron los europeos: ellos se asentaron y el choque de culturas fue inevitable: explotaban la tierra, los animales, construían edificios, casas, fábricas, usaban ropa y utensilios raros y además, traían consigo enfermedades mortales.

Las enfermedades, la desposesión, el maltrato y el desarraigo produjeron que la población aborigen decreciera desde el millón de habitantes hasta los 200.000 de hoy en día. Recién a mediados del siglo XX lograron que las leyes australianas les reconocieran sus derechos sobre las tierras y en los ’80 y ’90 el gobierno adoptó nuevas medidas de inclusión. Forman parte de Australia, son Australia, así que os recomiendo que les conozcáis en las reservas, museos y colecciones de arte, lamentablemente es lo único que queda de ellos.


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  1.   fabiola gonzales dijo

    esta muy bien pero falto la vestimenta